Verinotio - Revista on-line de Filosofia e Ciências Humanas. ISSN 1981-061X. ano XV. jan./jun. 2020. v. 26. n. 1
Martín Salinas
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los personajes
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. La preeminencia de las fuerzas naturales, en las obras de los
autores mencionados, relega el marco social en el que se desarrolla la acción
narrativa. La novela corta de Soljenítsin, por el contrario, no implica una
retirada de la configuración realista de la realidad social, sino un paso en
dirección hacia una comprensión literaria de la que la naturaleza no es
excluida, sino absorbida por la segunda naturaleza que conforma el marco
social del campo de concentración:
También en Solschenizyns tiene la totalidad configurada rasgos
naturales. Ahí está, simplemente, como hecho bruto, pero siempre
se trata de una “segunda naturaleza, un complejo social. Aunque sus
efectos puedan aparecer completamente naturales, implacables,
crueles, sin sentido, inhumanos, son, sin embargo, consecuencia de
actos humanos, y los hombres se defienden contra esa segunda
naturaleza de una forma completamente diferente que ante la
verdadera naturaleza. (LUKÁCS, 1966, p. 12)
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El episodio en que se discute la hora en la que el sol está en su cenit, que
el mismo Fischer presenta en su ensayo, se orienta en el sentido que Lukács
analiza. Schujov sostiene que si está en el cenit deben ser las 12 del mediodía,
pero la respuesta del capitán antepone a la percepción de la naturaleza los
dictámenes del partido: “Si el sol está en el cenit, no son las doce, sino las
trece”, pues “ha habido un decreto por el cual el sol pasa por el cenit a la una”
(SOLJENÍTSIN, 1974, p. 71).
La lectura de Fischer, orientada a la expectación contemplativa, de esta
manera, difiere de la expectativa con que Lukács culmina su ensayo sobre la
Un día en la vida de Iván Denísovich. Como un primer tanteo en dirección a
la comprensión realista de la realidad social, la justa validación de la obra
puede medirse en un sentido histórico, que solo puede realizarse en el curso
del desarrollo de la literatura soviética. La perspectiva de la que la novela corta
puede prescindir en su autonomía no excluye la interpretación de la dirección
que puede tomar en términos de la filosofía de la historia. La consideración
que hace de la obra autónoma el eslabón de un proceso de mayor alcance no
implica, sin embargo, que el trayecto posible se realice de un modo unilateral:
hay fuertes obstáculos y frenos para este nuevo desarrollo del
realismo socialista, ante todo la resistencia de los que han
permanecido fieles todavía a las enseñanzas y métodos estalinistas,
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Resulta llamativa la crítica que, en Pabellón de cáncer, Vera dirige a los personajes de
Hemingway. En su conversación con Oleg Kostoglotov, sostiene “[q]ue los superhombres de
Hemingway eran entes que no habían alcanzado el nivel de hombres; que Hemingway era una
medianía” (SOLZHENITSYN, 1973, p. 604).
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El narrador de la novela corta destaca el modo en que la naturaleza es considerada solo a
través de la preeminencia de una segunda naturaleza creada por los seres humanos: “Sobre
esta desolada estepa, ulula el viento: caliente, en verano, y helado en invierno. En ella, nunca
se ha cosechado nada, y menos aún entre las cuatro líneas de alambradas. El trigo solamente
crece en la panadería, y la avena echa espigas en el almacén de los productos.” (SOLJENÍTSIN,
1974, pp. 78 ss)